Entender el dolor de cuello y cómo deshacerse él
El dolor localizado en el cuello es molesto e incapacitante. Este tipo de dolor puede tener varios orígenes. Durante una consulta con un osteópata, tu osteópata realiza una valoración funcional y pruebas para encontrar la causa de este dolor.
Primero, trazaremos el «retrato anatómico» de la zona de las vértebras cervicales para describir su especificidad y sus fragilidades. A continuación, explicaremos ciertos orígenes del dolor de cuello, que pueden ser posturales, lesionales o traumáticos. Este artículo es educativo y no reemplaza una consulta con tu médico.
Retrato de la cervical
Las vértebras cervicales son siete en total y constituyen la estructura ósea del cuello. La vértebra más superior, el atlas, sostiene la cabeza y garantiza su adecuada rotación junto con la segunda cervical, el eje. Estas dos vértebras tienen una estructura muy específica y son claves para la rotación de la cabeza.
Las cervicales inferiores (de C3 a C7) acentúan esta movilidad y garantizan la estabilidad de la cabeza. Están en constante interacción con el entorno a través de la vista, el olfato y el gusto. Están articuladas entre sí mediante discos intervertebrales, estructuras fibrocartilaginosas que aseguran los movimientos y la elasticidad del cuello.
En la zona cervical encontramos:
- Los nervios cervicales y el plexo braquial que inerva el brazo.
- Grandes vasos que suministran oxígeno y drenan la cabeza. Una restricción cervical puede causar dolores de cabeza.
- El esófago, la tráquea y el aparato del habla.
- El sistema musculoesquelético, con vértebras y músculos de la zona.
El dolor de cuello puede estar asociado con mareos, fatiga visual, dolores de cabeza, tinnitus y rigidez de cuello. Este artículo analiza las causas osteopáticas del dolor de cuello. Sin embargo, existen causas patológicas como artritis, tumores cervicales, meningitis, fracturas y dislocaciones que requieren atención médica.
Dolor de cuello… ¿Muscular?
El cuello soporta músculos poderosos como el trapecio superior y el esternocleidomastoideo, implicado en el tortícolis. Este síndrome agudo dura unos días y suele presentarse por la mañana al despertar, siendo su causa muy variable.
En el mundo actual, estamos muy expuestos a las pantallas, ya sea en el trabajo o en el ocio. La constante adaptación visual entre la pantalla, el teclado y la hoja de papel puede causar fatiga ocular. Esta fatiga puede compensarse con una postura adelantada de la cabeza, causando tensiones musculares y dolor.
La zona ocular está unida mediante reflejos a la zona suboccipital, lo que puede provocar bloqueos en la base del cráneo y generar neuralgia de Arnold, afectando la rotación cervical.
Dolor de cuello… ¿Vertebral?
Las lesiones vertebrales suelen provocar contracturas o dolores musculares referidos. Un dolor que parece muscular puede ser síntoma de un problema más profundo:
- Disco: Hernia cervical que puede comprimir nervios y causar dolor irradiado en el brazo.
- Ligamentoso: Esguince cervical por un shock o latigazo cervical tras un accidente.
- Artrosis cervical: Desgaste del cartílago que provoca dolor, rigidez y dolores de cabeza.
Las lesiones profundas pueden causar síntomas similares al dolor muscular. Prevenir estas lesiones mediante la atención osteopática y la adaptación postural en el trabajo es esencial.
¿Por qué el dolor de cuello puede ser un signo de un “bloqueo” remoto?
Las cervicales están relacionadas con:
- La mirada y la posición de la cabeza: Fatiga visual y trabajo prolongado frente a una pantalla pueden provocar dolor de cuello.
- La respiración: El nervio frénico, que emerge de la cuarta cervical, controla el diafragma. Disfunciones cervicales pueden alterar la respiración y viceversa.
- Tensiones en la mandíbula: La articulación temporomandibular trabaja constantemente y está relacionada con la postura general.
- Vísceras abdominales: El nervio vago conecta las cervicales con órganos como el estómago y el hígado.
Cualquier disfunción puede derivar en dolor cervical.
Algunos consejos para cuidar tu cuello
- Presta atención a tu postura: Al trabajar frente a una pantalla, mantén los ojos entre 50 y 70 cm de la pantalla. La parte superior del monitor debe estar a la altura de los ojos. Mantén los pies planos y el respaldo recto.
- Revisa tu vista periódicamente.
- Realiza ejercicios de movilidad, activación y estiramiento: Estas actividades pueden ayudar a mantener la salud de las estructuras que afectan al cuello y prevenir el dolor.
- Duerme boca arriba o de lado: Evita dormir boca abajo.
- Opta por una almohada ergonómica.